Hay una cuestión de fondo a la que nuestros dirigentes, sean de izquierdas o de derechas, están obligados a respetar con un grado de reciprocidad absoluta; esta es la lealtad para con el pueblo español, y esto hace años que no se da. Unos y otros, y ya no me importa en que grado cada uno, son insoportablemente anti todo lo que pueda favorecer a la generalidad de los españoles si con ello se favorece al rival político, anti todo lo tuyo. La rivalidad mal entendida nos lleva una y otra vez al fracaso como pueblo. Nos hundimos en la miseria moral y económica, mientras ellos siguen enfrentados como dos perros rabiosos, se miran aviesamente y se acusan torticeramente, unos y otros están condicionados por un sectarismo que los incapacita para llevar las riendas de un país que de seguir así va directo a la auto destrucción.
Mientras tanto los ciudadanos de a pie demuestran con su comportamiento muchas más luces que unos dirigentes de vida y costumbres nada ejemplares. Estos políticos que tenemos no son ejemplo de nada positivo: nos avergüenzan, nos traicionan, nos decepcionan, nos abandonan, nos esquilman, nos maltratan, nos ignoran y ahora por último se descubre que su solidaridad para con sus gobernados empieza por su propio bolsillo. Ante todo lo mio.
Es sobrecogedora la falsedad, la ruindad y la impunidad con la que unos y otros llevan al país al fracaso más absoluto.
Su proceder no tiene justificación posible... inmorales... la historia los pondrá en el lugar que les corresponde, el de la ignominia...
ResponderEliminarPantera Negra...