lunes, 19 de febrero de 2018

HIMNO, CORAZÓN... Y NO PIDO PERDÓN


     Las derechas, la ultramontana y la otra que aun no sabe a lo que monta dándole su bendición, siguen y seguirán sin pedir perdón y así nunca podrá haber reconciliación. Los defensores de unos colores, que en el pasado representaron venganza y represión, se creen poseedores de la verdad, con ellos no va la historia, con ellos no va el recuerdo de los represaliados por la defensa de la democracia y la libertad conquistadas desde la legalidad, con ellos va mas la imposición por la fuerza que la de pedir perdón a las víctimas de su confabulación.

     Pretenden que sin pedir perdón, los agraviados hagan suya una letra de un himno que recordará para siempre la prepotencia y la sinrazón. En mi corazón no brilla ningún color, en mi corazón solo hay dolor por el olvido injusto a los represaliados y sus familias, a los que nunca jamás les pedirán perdón.

miércoles, 14 de febrero de 2018

GRACIAS POR SEÑALARME EL CAMINO A SEGUIR.


     Yo ideologicamente me considero de izquierdas y creo que no hay necesidad de ninguna dictadura para conseguir lo que una sociedad necesita, que no es más que justicia social, y creo que con las armas que nos da la democracia actual es suficiente para organizar el bienestar de todos y cada uno de los españoles, cumpliendo y haciendo cumplir, con la máxima honradez y buena voluntad los mandatos constitucionales debería ser suficiente para no dejar a nadie tirado.

   Hay que combatir implacablemente la corrupción sea de quien sea para que los ingresos sean suficientes. Todo el mundo tiene derecho a enriquecerse si es capaz mediante su trabajo y capacidad. La creación de riqueza debe, en una parte suficiente, revertir en la sociedad cubriendo todas y cada una las necesidades elementales, tales como la educación, la sanidad, la vivienda y todas las demás herramientas que ayuden a dar estabilidad al país. La solidaridad no puede ser una palabra hueca, aquí todos tenemos que estar a las duras y a las maduras. Si queremos ser un gran país en el que todos estemos orgullosos de ser compatriotas, tenemos que ser honrados con todos y con nosotros mismos, aprender a respetarnos y ser complementarios. Uno nunca lo tiene todo aunque tenga mucho, siempre eso que te falta es lo que te hace ser mejor en todos los órdenes de la vida, que mayor satisfacción que la cooperacion fruto de una honrada y leal  negociación.
                                                                                                        
     Pero no, por dimes y diretes los extrafalarios dirigentes, que para nuestra desgracia, se han colocado al frente de nuestro destino no quieren saber cual es el camino. El camino me lo enseñó ya en mi niñez un dictador y asesino de sobra conocido, y ahora sus herederos nos quieren seguir tomando el pelo, entiendo que por encima de las ideologías están las personas y procuro no juzgar nunca a nadie hasta que con hechos me demuestren su forma de ser. Por desgracia la hipocresía es la norma social por naturaleza y la cobardía está más extendida de lo que parece. Hipócritas y cobardes hay en todas partes, tanto en la izquierda como en la derecha, con el paso del tiempo aprendes a distinguirlos al igual que a los sinvergüenzas y canallas que tanto abundan en todos los órdenes de la vida.

     Los hipócritas, los cobardes, los canallas y los sinvergüenzas, con sus comportamientos me reafirman en mi convicción, si en algún momento tengo dudas, no tengo más que hacer lo contrario de lo que proponen para acertar y no equivocarme a la hora de elegir el camino correcto a seguir.

martes, 6 de febrero de 2018

BUENOS Y MALOS.


     Que el miedo sea el detonante para la creación de un mundo de buenos y malos, es por desgracia, la intención de los gobiernos que sirven a los espúrios intereses de los más ricos de la sociedad. Yo diría que ya han dividido a la sociedad en ricos buenos y en pobres malos. A los pobres si los mueles a palos acaban siendo malos, malos porqué se revuelven y se revelan contra los abusos del poder establecido, o sea del "poder de los buenos". Los buenos por el mero hecho de serlo tienen mas derecho a disfrutar de la comodidad y de la estabilidad que su riqueza les da. Los malos por el mero hecho de serlo tienen sus derechos recortados como castigo divino, pues Dios da protección y amparo siempre a los buenos sobre los malos y por eso los que se creen buenos machacan a sus hermanos a palos casi siempre con la bendición de una religión creada a la medida de los ricos e hipócritas falsarios, ricos que saben que el único paraiso está en este mundo y que quieren hacer creer que en el cielo está el de los pobres, siempre y cuando se porten conforme a los intereses de los que viven en su "paraiso terrenal".

       Los de la vida paradisiaca siempre viven por encima de nuestras posibilidades de forma apabullante y abrumadora. No se conforman con ganar el doble ni el triple, sino que su status fundamentado en el vicio y falta de solidaridad les obliga a multiplicar por mas de mil veces los ingresos de los mas pobres de la sociedad.