La corrupción es putrefacción y descomposición, un proceso natural, y con el estiércol resultante se alimenta la endogamia que nace entre personajes de la misma casta que se retroalimentan.
Aborregados votantes, inciden una y otra vez, en dar la alternativa a delincuentes hijos de la misma doctrina. El nivel de intelecto de estos sujetos es de demencia pura y dura, o no es de dementes, incidir una y otra vez, y cada vez en mayor número, en la elección de una asociación de corruptos (unos por acción y otros por omisión) que se dedican a amasar grandes fortunas a cuenta de fomentar la miseria de sus propios y dementes votantes.