sábado, 17 de agosto de 2013

PALMEROS Y TROYANOS


     Aplaudieron y jalearon con rabia mezclada de un odio feroz, les dio igual que su líder, el del fin de la cita, no diera ninguna explicación razonada ni razonable, amagó pero nunca dio en el clavo, se perdió en circunloquios magistrales para encender con ánimos y bríos renovados a la tropa de palmeros que ampararon el tratamiento de imbecilidad urgente, a la vista de la gente que estaba de él pendiente. 

     Rajoy está tocado y en pleno proceso de hundimiento, pero desesperado se agarra a un clavo ardiendo, es mucho lo que está en juego, todo se agravará  y será el centro de atención durante mucho tiempo. Rajoy a conseguido esquivar la catástrofe inmediata y está satisfecho de una pírrica victoria en la que solo creen sus diputados, su prensa afín y una parte de sus votantes. No consiguió convencer al resto de españoles de que no oculta una gran trampa de la que él es ahora el gran responsable.

     Mientras tanto él y sus palmeros se dedican, cual caballo de Troya, a volar los cimientos estructurales del Estado de derecho y democrático. Al final de esta catarsis solo ellos y sus mecenas encontrarán algo que merezca la pena.

viernes, 9 de agosto de 2013

Relatos de un pescador afortunado: INSTINTO ATÁVICO


INSTINTO ATÁVICO
MAYO 1998

           El día que el mar me hablo escuché un sonido procedente de la playa, distinto a todos los sonidos emitidos por esa misma playa en las numerosas visitas anteriores. Lleno de curiosidad a la orilla me acerqué, el mar se expandía por el arenal con una cadencia armoniosa y sonora, el burbujeo de las olas al romper arrastraban los guijarros que al desplazarse golpeaban unos contra otros, aquella mezcla de sonidos se transformó en lenguaje que yo interpreté como una llamada. Un instinto ancestral, desde lo más recóndito de mí estirpe de cazador-recolector algo me pedía, más que pedir me obligaba a tomar una determinación que mi instinto recreaba en mí conciencia, improvisadamente me dejé llevar por una intuición que comprometía mi rutina. El libre albedrío anidó en mí llevándome a romper con todo lo programado. Mi imaginación voló y, me encaminé hacia mi destino que parecía un desatino. La razón me decía que no era coherente seguir ese impulso, pero en el fondo de mi corazón una voz me animaba y me invitaba a que por una vez fuera yo mismo, sin corsés que condicionaran mis emociones. Cuando arranqué y me encaminé un halo de libertad se adueñó de todo mí ser. Una especie de desazón y conmoción me agitaba por dentro, parecía un niño a punto de hacer una trastada, pero era un adulto consciente, emocionado y sorprendido por mi arrebato. Me alejaba de mis obligaciones a medida que me acercaba a mi obsesivo devaneo.

       Al aproximarme a mi destino, la expectación iba en aumento y mi corazón latía con más fuerza. Al llegar al lugar de mi sueño me estremecí, el mar también me hablo allí, con toda claridad y sonoridad mis ojos y oídos enfervorizaron el resto de mis sentidos. Alucinado me quedé al ver aquel esplendor majestuoso lleno de contrastes rítmicos, químicos y armoniosos: “Aparezco, parezco, crezco, me agito, me sereno, me enfurezco, me rompo, sueno, resueno, exploto, me abro, me cierro, vuelo, me elevo grandioso y  me estrello majestuoso, doy, quito, enseño, oculto, a veces muero pero resucito. Tienes que leerme, tienes que entenderme  y al verlo saberlo para poder hacerlo”. 

        Lo escuche, lo vi, lo entendí y supe lo que tenía que hacer. El mar me habló claramente y yo fui consecuente; mi brazo derecho asió el apéndice que hasta él a través del aire mi sueño empujaría. Lanzaba una y otra vez con fuerza y precisión, tanteaba la superficie arremolinada en busca de mi convicción, al final de aquel estruendo encontré la armonía de una corriente burbujeante donde sentí lo que con tanta ansia buscaba. El tirón fue seco y brutal, la caña amortiguó aquella arrancada espectacular de aquel animal salvaje e indomable, mi brazo derecho recogió la salvaje tensión que se transmitió de inmediato hasta lo más recóndito de mi ser, un escalofrío de emoción recorrió todo mi cuerpo, entré en tensión y mi conciencia se concentró, ya estaba en otra dimensión. Soy yo en mi más puro instinto ancestral, viajo en el tiempo y mi atávico instinto depredador surge de lo más hondo de mi espíritu. -“Soy un guerrero, soy un luchador, tengo que sobrevivir y transmitir todo mi poder”-. La adrenalina afloró por todos los poros de mi piel, la experiencia se repitió, de nuevo la adrenalina reventó una y otra vez y el éxtasis fue una catarsis total y absoluta… Cuando todo terminó ya no me sentía igual, caminaba en una nube y mi autoestima fue proporcional a la sensación de ser el Rey del Universo.
     
        Casi dos horas después, con mis doce piezas (casi treinta quilos), bajé de la nube de gloria en la que me sumí, cuando aquella experiencia acabó, recogí y me fui despacio paladeando y saboreando en mí intimidad aquel momento.
     
         Aconteció en una mañana cualquiera, la monotonía no hacía suponer lo que aquel día supondría en el contexto de otros muchos. Desde aquel acontecimiento ya nada fue igual, nunca más me sucedió nada comparable. Yo, ingenuo de mí, esperaba una reversión de aquel hecho tan trascendente por lo que para mí había supuesto. El tiempo inexorable pasaba, la oportunidad no se reproducía. La naturaleza tan previsible con sus ciclos y estaciones la espalda me daba y el prodigio se volvió irrepetible. El paso de más de una década de continua alerta se hacía frustrante. Reivindicaba una oportunidad que nunca se presentaba. Tardé en comprender que en las excepciones estaba la regla, y que algunos acontecimientos naturales, por imprevisibles eran excepcionales, únicos e irrecuperables.


sábado, 3 de agosto de 2013

RAJOY EL PRESUNTO, TIENE PROFESIÓN


       Si el tener mucho dinero para ellos es muy importante, más importante es el poder que les da ese prurito que los hace levitar de vanidad. Entre los de la alta alcurnia hay dos tipos de competición; están los que acumulan el dinero por el afán de tener más que lo que puedan acumular los de su círculo, en una especie de competición, y los que necesitan del poder para sentirse reconocidos y satisfacer sus ansias de notoriedad. Como el poder y el dinero se complementan y retroalimentan, los que disponen del poder y los inmensamente ricos, aunque se odien y desconfíen unos de los otros, unen sus fuerzas e intereses para joder a la gente corriente.

     Nosotros los trabajadores somos el engranaje de la maquinaria que pone en marcha la economía, y sobre nuestras cabezas recaen las consecuencias, algunas veces para bien y en la mayoría de los casos para mal, de las decisiones que tomas nuestros dirigentes que aparte de ser incompetentes e insolidarios son además delincuentes, como presuntamente lo son Rajoy y la camarilla que le acompaña.

     -Ni a mí ni a mi partido se nos podrá atribuir ningúna actividad ilícita-.(fin de la cita). Rajoy yo no se si Vd. a delinquido, pero desconfío y mucho de que sí, y el problema no es el que yo desconfíe, el problema es que la inmensa mayoría también desconfía y no le creen, es más aseguran que miente a sabiendas, de que lo hace para salvar su pellejo. Está en juego dentro del pellejo su honor, que en este caso no es para Vd. lo más importante, sino el asegurarse una vida narcisista, llena de poder, fama y reconocimiento, con el añadido de la pasta gansa que ganará, si nada se tuerce, el resto de su vida sin dar un palo al agua, ya que no se va a reconocer culpable porque tiene profesión. ¿Los demás que tenemos? ¡un melón!

jueves, 1 de agosto de 2013

PRÍNCIPES, EMINENCIAS Y EXCELENCIAS REVERENDÍSIMAS


     A pesar de no ser creyente ni practicante de religión alguna, pienso que la mayoría de las personas creyentes, equivocadas o no son buena gente, pero como en toda organización de este tipo a los que ejercen el poder se les nubla la mente y a los seguidores la tradición les condiciona el subconsciente . Hay que ser muy fuerte y tener unas convicciones  muy claras y bien arraigadas para abrirse paso entre tanto adoctrinamiento hipócrita y falsario. Lo esencial es la trasparencia y la honradez a través de un exquisito trato de respeto para todos y cada uno de nosotros, seamos creyentes o no.

      Lo que no se puede es imponer nada mediante la presión, amenaza y condena, hay que convencer mediante el ejemplo y no mediante actos de fe. Francisco tiene buena intención e intenta coger camino, pero le falta valor y yo lo entiendo. Cardenales, Arzobispos, Obispos, Vicarios y Preceptores Apostólicos son jerarcas que se hacen llamar a sí mismos Príncipes de la Iglesia, Eminencias y Excelencias Reverendísimas con derecho a honores de armas, himno nacional, según el caso, y desfile militar cual Capitán General. Ante esta parafernalia militarista y de gran boato ornamental, verbal y protocolario, uno por veces se acojona y abandona, este discurso asusta y más se  parece a una casa de terror que a la casa del amor que predicó Jesús el hijo de Dios. El dijo lo que dijo, y todos sabemos que El nunca se juntaría con semejante jauría y condenaría tanta falsaria hipocresía.