viernes, 29 de marzo de 2013

CON DISPLICENCIA Y CONNIVENCIA


     El sr. Rajoy, presidente de todos los españoles, por suerte para algunos y para desgracia de la mayoría, demostró que es una persona prepotente, irrespetuosa y rencorosa, no olvida y no perdona los que él cree agravios. Su persona no está por encima del bien y del mal, él es por voluntad propia la cara visible de un partido político que engañó, manipuló y que no cumple ni cumplirá las promesas que nos hizo para acceder al poder. La ingenuidad de millones de personas le allanaron el camino, la maquinaria propagandista basada en la hipocresía y en las medias verdades, funcionó, y muchos creyeron en él. Ahora ya en el poder se dedica a joderle la vida a la mayoría de los españoles, incluso a varios millones que lo votaron. Trata a todas estas personas con desprecio y displicencia, son como moscas cojoneras que le molestan e incomodan. Su verdad es la única verdad y los demás, o somos unos ignorantes o sólo buscamos lo que él. El busca rendimiento económico, y nosotros los demás también, él lo busca para unos pocos y nosotros lo queremos para todos, y cuando decimos para todos es incluso para los de él.

     El rendimiento económico lo queremos en su justa medida para: empresarios y trabajadores, para los de arriba y para los de abajo. Con lealtad y sin engaños, con solidaridad que cubra la necesidad de los desamparados. El tufo autoritario y de perdonavidas de esta derecha no ayuda a normalizar la convivencia entre los diferentes grupos sociales, esta derecha es sectaria y monolítica, y utiliza el miedo, el temor al desamparo, y las amenazas solapadas para imponer una doctrina errónea y equivocada, interesada en defender la desvergüenza de los poderosos. Estos desde sus poltronas los presionan para que no aflojen ni un ápice. En connivencia, las cúpulas bancarias, empresariales y eclesiásticas cometen escarnio, obligando a la cúpula del Partido Popular, el menos popular de los partidos, a terminar con la masacre que el anterior partido en el gobierno comenzó, por miedo a perder privilegios y una vida llena de confort.

LA CAVERNA



     En este país existe una caverna mediática donde se refugia lo más recalcitrante y perverso del ser humano. Desde su atril se dedican a lanzar soflamas incendiarias contra todo lo que escapa a su control  y contra todos los que no piensan y actúan como ellos. Estos extremistas fanáticos, enfermos de rencor son como víboras que envenenan todo cuanto tocan hasta hacer el ambiente irrespirable. Se dicen cristianos y personas de orden pero viven engañados de si mismos. Insultan, faltan al respeto y calumnian a todos sus semejantes que no compartan sus postulados. Nos tratan a los demás como chusma, se creen que están por encima del bien y del mal, piensan que son los elegidos de Dios para guiar por la fuerza a las chusmas pueblerinas e ignorantes de izquierdas que contaminan un mundo que creen es de su propiedad. Siempre están al acecho esperando su oportunidad en el furgón de cola del Partido Popular. 

Relatos de un pescador afortunado: SIMBIOSIS CON MONTEFERRO


                                           SIMBIOSIS CON MONTEFERRO

                                                             26-10-1996  
   
     Aquel día de octubre era un día de una claridad extraordinaria, pocas veces a esa altura del año el clima se comporta con semejante magnificencia, era un placer para los sentidos, las ganas de vivir afloraban en toda su magnitud, era el típico día en que estás a gusto contigo mismo y con todo lo que te rodea, si salías de casa rápidamente te integrabas con el entorno que te rodeaba, era un día perfecto para desarrollar cualquier tipo de actividad en contacto con la naturaleza.

     Después de comer preparé mi equipo de pesca y con el Passat me dirigí hacia “La Grande de Monteferro”, “postura” que por aquella época yo había idealizado y me tenía encantado. Curiosamente era muy poco apreciada por los pescadores de “spinning” (vareo). En los cerca de dos años que llevaba frecuentándola, prácticamente nunca me encontré a nadie pescando, no me acababa de entrar en la cabeza este hecho, pues era una “postura” muy generosa, siendo raro el día en el que no señalaba alguna lubina y la mayoría de las veces de gran tamaño, aunque, curiosamente, tardé casi un año en que me picara un robalo, y no fueron uno sino dos (ver La hora mágica 15-10-1995).

     Recuerdo que aquel día llegué con holgura de tiempo, pues mi intención aparte de pescar era disfrutar de aquella tarde tan magnífica, relajándome y tomando el sol en tan paradisíaco lugar. Las condiciones que ofrecía el mar eran las ideales, así que mi confianza que ya era grande aumentó, estaba convencido de que el pescado se encontraba allí, me lo decía mi experiencia que, aunque corta, mi intensa relación con aquel lugar era de simbiosis pura, llegando a tal grado su conocimiento por mi parte que no me costaba nada integrarme y llegar al éxtasis en aquel lugar. Pretender explicar con palabras este sentimiento es algo inefable, pero así es mi relación con “La Grande de Monteferro” y todo lo que la rodea.

     Recogí mi equipo de pesca, después de saludar y comentar durante un breve espacio de tiempo con una pareja de turistas que por allí paseaba, a los que expliqué por que me preguntaron lo que se pescaba por allí. Cuando les dije que a veces se pescaban lubinas, se mostraron muy interesados, quedándose un rato para observarme por si capturaba alguna. Era la primera vez que era consciente de la presencia de “público” a mis espaldas. Bueno yo fui a lo mío, recuerdo que el mar me permitía el uso de “rapala”, como la marea estaba terminando de subir, era de sentido común intentarlo “vareando” cerca de la orilla, en los canales entre rocas que tenía memorizados de cuando visitaba la zona con bajamares vivas. Empleé un Husky Yerk de entre aguas, que se mantiene con naturalidad a velocidad lenta escudriñando canales y recovecos.

     No tuve que esperar demasiado para sentir la primera picada. Había hecho un lanzamiento lateral a mi izquierda para recorrer todo a lo largo un estrecho canal, del que tenía referencia al haberlo memorizado apoyándome en dos marcas, ya que la lámina de agua al cubrir todo el ámbito imposilitaba su percepción. Recogía despacio el señuelo para que este viniera nadando como un metro por debajo de la superficie, cuando de repente sentí el tirón, fuerte, potente como corresponde a un animal salvaje e indomable, fue como un fogonazo, pero no tardó mucho en entregarse. Había tragado el señuelo a fondo y por este motivo no me costó demasiado hacerme con ella, era una buena lubina que rondaba los dos quilos. Desde lo alto de la atalaya donde me estaban observando me felicitaron marchándose a continuación. Continué “vareando” y al poco rato volví a tener otra picada calcada a la anterior, aquello se ponía interesante. Prometía ser una excepcional jornada de pesca, eran casi las cinco de la tarde y hasta las ocho no comenzaría a ponerse el sol, pero a pesar de mi insistencia iba pasando el tiempo y ninguna lubina más daba señales de vida. Algo en mi interior me decía que allí estaban y que en cualquier momento picarían, así que seguí insistiendo una y otra vez sin que en mí cundiera el desanimo.

     Después de aquel comienzo tan prometedor, fue pasando el tiempo y el pescado no daba señal de actividad alguna. A ratos dejaba de “varear” y me relajaba recostado sobre una piedra, donde apoyaba mi espalda, encendía un cigarro y me dejen querer por mi amigo el sol que me mimaba con su calidez. El tiempo iba pasando placidamente pero el pescado seguía sin dar señales de vida. Yo, erre que erre, volvía de vez en cuando a insistir, estaba convencido que tarde o temprano comenzarían a comer, pues todos los condicionantes eran favorables. Eran ya cerca de las ocho de la tarde y el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, cuando por fin sentí la tan esperada picada, esta se produjo a distancia, al arrancar la “cuchara” que había lanzado con dirección Las Estelas en el límite de la rompiente, donde comenzaba el agua a oxigenarse, y no fue solo una. Sin fallar lance, hasta que la penumbra se adueñó de todo el contorno, “clavé” diez hermosas lubinas que yo llamo de ración (unos 800 gramos), el premio a mi constancia y perseverancia mereció la pena. La fe mueve montañas, pensé. La fortuna hay que buscarla y yo ese día la encontré.



viernes, 22 de marzo de 2013

OVEJAS DESCARRIADAS


     Es curioso que después de una década de crecimiento, acentuado en la segunda legislatura de Aznar y la primera de Zapatero. Los que de verdad se beneficiaron del boom económico y acumularon rendimientos jamás soñados, multiplicando de manera descomunal sus ingresos, predican ahora la mesura y obligan a la inmensa mayoría, que en lo más que se benefició fue con subidas salariales del I.P.C. más un punto o dos en el mejor de los casos, a descontar de sus ingresos gran parte de las modestas subidas salariales acumuladas en estos años. Cuando las cosas de la economía iban viento en popa y a toda vela, siempre decían que era algo coyuntural e insuficiente para consolidar aquella riqueza en nuestras nóminas, y que por sentido de la responsabilidad debíamos no disparar los costes para seguir siendo competitivos y mantener en el tiempo, durante décadas, el crecimiento de la economía nacional y llegar al pleno empleo; que aun no era el momento de subir el poder adquisitivo a los parámetros europeos, pero si éramos pacientes todo llegaría. La clase trabajadora, aunque a regañadientes en algún caso, aceptó y acabó confiando en nuestros gobernantes. El estallido de la crisis cogió a los trabajadores con el paso cambiado y en situación de espera, pero a nuestros gobernantes, grandes empresarios, banqueros, especuladores y demás clase social que completa la comandita plutócrata, los cogió con sus intereses consolidados, impactando de forma brutal contra los más débiles, pensionistas y trabajadores. Los de la comandita pusieron a salvo sus capitales acumulados, sacándolos de la circulación y colápsaron la economía, el Estado siempre supeditado a las trampas de los capitalistas, que para eso tienen la mejor formación, información, medios técnicos y estratégicos, no vio venir lo que se le venía encima y tirando del superávit empezó a gastar o a malgastar tratando de taponar la hemorragia pero todo fue inútil.

     El resultado final de todo esto es que  dos de cada diez trabajadores se quedaron sin trabajo y pronto sin ingresos. Los demás sufren o sufrirán una merma enorme en sus sueldos; el coste de los productos de primera necesidad, que ya habían doblado el importe de las subidas salariales, no acaba de estabilizarse, menguando de por si, la ya encogida capacidad adquisitiva de la clase trabajadora, y por si esto no fuera poco nos quieren obligar a renunciar a gran parte de los derechos adquiridos por nuestros padres y abuelos. Mientras, ellos la clase dirigente pero irresponsable de sus actos, no renuncian a seguir mangoneando y su solidaridad es un cuento chino, que no va más allá, que de un acto de contrición y de hipócrita intención siguiendo las instrucciones de la caridad cristiana que pregona la Iglesia, de la cual ya son propietarios y pronto esperan serlo también de todos nosotros, sus ovejas descarriadas.

DÉCADA PRODIGIOSA Y SALARIOS


     España es el único país entre los desarrollados que ha tenido un descenso del salario promedio durante la década prodigiosa. Este descenso ha coincidido con un gran crecimiento de los beneficios de las rentas empresariales. De hecho, la exuberancia de los beneficios de las grandes empresas se basaron en gran medida por la moderación salarial.

     También en la década prodigiosa, en pleno boom económico, los medios y altos cargos se doblaron los sueldos. A los empleados públicos de los escalafones más bajos (la inmensa mayoría) se les subió el I.P.C. más dos puntos como máximo

     Así, por ejemplo los altos cargos públicos que de aquella ingresaban una media de 3000 euros al mes doblaron hasta los 6000 (alegaron su especial capacidad y responsabilidad, algo que con el paso del tiempo no demostraron), en cambio  los mileuristas lograron como mucho llegar a los 1200 euros. Ahora al retrotraer los sueldos por la crisis ( 5% + 7.1) les restan el 12.1 %, les dejan su salario practicamente igual que a principios de la década prodigiosa. En cambio a los altos cargos que doblaron su sueldo, al retrotraerles el 12.1 %, les restan 700 euros y se quedan con una suba consolidada de 2.300 euros al mes para siempre, el 87.9 %. Es de justicia que a todos estos altos cargos, en prueba de solidaridad, también  se les retrotraiga el sueldo al principio como a los demás. Pero callan como estómagos agradecidos que son y siguen serviciales con el poder establecido prestándose a todo tipo de maniobras que adulen a los responsables políticos de turno. 

Relatos de un pescador afortunado: UN MARCO INCOMPARABLE


                                                  UN MARCO INCOMPARABLE
                                                                   18-10-96
   
     Aquella tarde llegué al Portiño después de visitar sin éxito Monteferro, quedaba algo más de una hora para que anocheciera, paré allí cuando volvía para casa por si veía alguna opción de pesca, y así aprovechar para enmendar si podía un mal día de pesca. El mar subía con fuerza, rompía con una cadencia uniforme no muy potente pero suficiente, observé que cuando se levantaban las olas, el contraluz del sol al ponerse por el horizonte, me permitía ver como los múgeles (lisas) circulaban lentamente balanceándose con ellas. Sabía que las lubinas, sobre todo las grandes, gustaban de mezclarse con ellos, alimentándose con los más pequeños si se alejaban del grupo principal, comportamiento muy similar a los grandes depredadores terrestres. Así que monté un “rapala original flotante de 18 cm”, que imitaba de una forma muy realista el nadar de un pequeño mugel, probé a lanzarlo por encima de la cresta de una de las olas, recogiendo con rapidez y zigzagueando con el hacia tierra, intentaba darle vida, quería transmitir la idea de un animal asustado e incluso herido, haciendo paradas a mitad de recorrido y tirando de el hacia tierra, como si huyera despavorido buscando refugio.
   
     Al espectáculo del sol poniéndose por el horizonte gracias a un claro sobre las Islas Cíes, se sumó la lluvia que empezó a precipitarse en ese momento, formándose un espectacular arco iris, ¡Pena de una cámara para inmortalizar ese momento! El “rapala” iba y venia lanzándolo a contraluz, estaba a gusto, me encontraba completamente integrado, era una simbiosis perfecta con la naturaleza. Ensimismado como estaba, una picada bestial me hizo despertar: el carrete soltaba sedal amortiguando la embestida, la puntera de la caña doblaba lo justo para aguantar sus arremetidas, el animal demostraba poderío y fuerza, el mar al venir de frente me ayudaba. Lo aguanté un rato hasta que dio muestras de relativa debilidad, cuando comencé a tirar en firme, comenzó a cabecear hacia mi derecha buscando una piedra que afloraba cuando el mar retrocedía por la resaca, me vi en la necesidad de apurarlo al máximo para obligarlo a enfilar un estrecho paso entre dos piedras situadas en frente de mí. Me encontraba situado sobre la plataforma de una roca que emergía como un metro sobre el nivel del mar, y delante de mí  a unos dos o tres metros, una especie de barrera de piedras que con la marea llena el mar cubría, pero que al retroceder la resaca, la barrera tanto a mi izquierda como a mi derecha emergía levemente, dejando un pequeño paso por el centro, suficiente para enfilar al animal para no correr el riesgo de perderlo. No sin esfuerzo conseguí enfilarlo y dirigirlo por el centro de la barrera, y con ayuda de un golpe de mar conseguí aproximarlo por mí derecha a la altura de donde estaba situado. Respiré, ya no me quedaba más que bajar y sacarlo. 
   
     Continué “vareando” un rato más, pero con lo que más extasiado me sentí, -aparte de con el róbalo que acababa de pescar, pues superó los cuatro quilos-, era con el espectáculo que formaban el sol, el arco iris y el mar con las Islas Cíes al fondo. El marco era incomparable. Pescar es una afición maravillosa, y mas si se tiene la fortuna de practicarla en un lugar tan paradisiaco como es la Ría de Vigo. Aquel día regresé a casa convencido, de que solo por la experiencia que acababa de vivir, ya era un ser tremendamente afortunado.

sábado, 16 de marzo de 2013

SI SE PUEDE


     Por dejación de sus funciones nuestros gobernantes cómodos y cobardes, abandonaron a su suerte a miles de compatriotas a los que arrancaron de sus hogares sin derecho. Sin compasión de ninguna clase los pusieron, muchos de ellos ancianos y niños, en la puta calle. Y digo sin derecho por qué ahora, gracias a un abogado desconocido que recogió el testigo que ellos abandonaron, el Tribunal Europeo dictaminó la irregularidad con la que procedieron hasta ahora al ejecutar los desahucios en este país.

     Señores del peperismo y del sociolistismo, SI SE PUEDE, defender a los hipotecados de los abusos de la banca, ustedes renunciaron a ello, con las consecuencias de la injusticia social y económica que esa práctica conllevó y está conllevando. ¡No se les cae la cara de vergüenza, inútiles! Han abocado al sufrimiento a miles de familias, sin necesidad.

     Ya se que el dictamen del Tribunal Europeo no es la panacea y que aún falta que la dación en pago sea la norma común de usos y costumbres, pero por lo menos se ha conseguido amortiguar el sufrimiento de mucha gente, aunque para otros muchos esto llegue tarde. Este es el estigma que les acompañará, la de mercenarios traidores que siguieron el juego de los estafadores.

FRANCISCO YO NO CREO EN TI


     La cúpula de la Iglesia nunca denuncia ni critica las prácticas pecaminosas de sus fieles más ricos y poderosos, aunque esas prácticas sean de dominio público. Guardan un silencio cómplice e ignominioso para con la defensa de los pobres y desamparados. Jesús predicó lo que predicó y ellos se escudan en el silencio y en la inacción. La crisis económica auspiciada por las cúpulas dirigentes, la mayoría creyentes, hace que el ejercito de indigentes, pobres y desamparados crezca de forma cruel y desaforada. Creen que el silencio ante las injusticias se subsana con caridad cristiana (cáritas diocesanas), pero no es suficiente, pueden y deben hacer más, tienen que apelar alto y claro a la conciencia de los que tienen el poder y si estos no reaccionan, tienen que condenarlos, tal y como lo haría Jesús.

     Dicen del nuevo Papa Francisco que siempre denunció las injusticias y que seguirá denunciándolas. Yo que soy católico por costumbrismo cultural, pero descreído de la cúpula eclesiástica no me acabo de creer que el nuevo Papa va a denunciar públicamente todas las injusticias que ahora mismo asolan a los trabajadores más pobres y necesitados, víctimas de una crisis infernal y diabólica de la que son responsables muchos católicos practicantes. Dudo mucho que este Papa condene y señale a los explotadores, especuladores, estafadores y demás "aves carroñeras" que se dedican a engañar y a exprimir a los trabajadores y sus familias. Más bien creo que hará como sus antecesores, arrimarse al poder establecido y condenar y despreciar a todos aquellos que dan amparo a la libertad de las personas que quieren elegir el camino a seguir fuera de los postulados de una Iglesia anticuada, desfasada, acomodada y pusilánime.

Relatos de un pescador afortunado: EL ASCENSOR


                                                                     EL ASCENSOR
                                                                        18-08-1996

     En ese mes de Agosto, estaba pasando mis vacaciones en Nerga. Hacía unos días que no iba a pescar,  el gusanillo esa tarde después de comer me empezó a entrar, y todo porqué esa mañana en la playa noté cómo el mar, después de una semana de calma chicha empezaba a ronronear en la orilla, así que después de una reparadora siesta, cogí mi bolsa de pesca y la caña, trasladándome a Donón.

     Cuando llegué al mirador, aprecié que el mar tenía un punto no muy fuerte, pero suficiente, así que decidí bajar por el acantilado hacia la postura que tan buenos recuerdos me traía. La marea estaba alta y era viva, comenzaba a bajar. Era la primera vez que iba a pescar allí con la pleamar, las condiciones no eran las mejores, pero yo sentía la necesidad de intentarlo, aun que fuera solo por matar el gusanillo. Abajo el mar no me permitía acceder al puntal, pero atrás del puntal, a la izquierda donde la costa y el mar  hacen un ángulo casi recto, el nacimiento de este con la línea de costa, al estar la marea llena, ofrecía un canal en paralelo a esta con suficiente profundidad y agua batida, ciertamente ideal para la pesca. Comencé  empleando como casi siempre “rapalas”, “original” y “mágnum”, pero no me permitían alcanzar la zona donde yo intuía que pudiera estar el pescado, así que opté por utilizar la “Evy”, que sí me permitía llegar con holgura a la zona deseada. Estuve un rato “vareando” pero no obtuve ninguna señal, pensé que quizá más tarde, cuando la marea bajara con más fuerza, ayudando a la formación de corrientes que obligaran a salir de sus escondrijos, a las posibles presas de las lubinas, estas dieran señales de vida, pudiendo obtener algún resultado. Encendí un cigarro y me relajé haciendo tiempo, eché a volar mi imaginación recordando anteriores peripecias allí vividas. Como cuando los arroaces en una tarde parecida, el verano anterior acorralaron un banco de lubinas en esa misma zona, y durante el tiempo que duró la emboscada, las lubinas buscaron refugio “en tierra”, capturando media docena de ellas aprovechando la coyuntura; o como dos años antes en ese mismo mes de agosto, pesqué al “General” y parte de su tropa -16 lubinas-. Tantas y tantas “pescatas” que yo llamo menores, pero también muy satisfactorias, en este mismo lugar. Fueron muchos veranos pasados allí, primero acampando en Cabo Home, cuando el campismo era libre, y después en Nerga, siempre que tenía oportunidad iba a pescar a tan prolífica costa, cuando no lubinas, sargos e incluso doradas, y algún lenguado y rodaballo. En fin, eso es otra historia.

     Después de fumarme un par de cigarros, y viendo que la marea empezaba a bajar con fuerza, cogí la caña y empecé a “varear” en paralelo a la costa, muy cerca de la orilla. Pronto sentí la primera picada, era una lubina pequeña, andaría por los 300 gramos de peso, la desanzuelé con sumo cuidado de no lastimarla y la deposité en una poza con agua, así la mantendría con vida, para que, cuando terminara mi jornada de pesca, liberarla. Continué lanzando, poco después la picada que sentí no tenía nada que ver con la otra, había que “agarrarse los machos”. El animal tiraba con fuerza hacia afuera, luchaba con gran nobleza. Por suerte no había un mar tan fuerte que me lo revolviera, solo tenía una pequeña piedra a unos metros a mi derecha, que el mar al retroceder dejaba al descubierto. Poco a poco lo fui dominando, sus embates eran cada vez menos duros, lo fui arrimando y cuando lo tenía a unos veinte metros ya empecé a apreciar su figura. Era un señor róbalo, cercano a los cinco quilos de peso. No se entregaba, pues cabeceaba con fuerza justo hacia la piedra de mi derecha. Tuve que tirar con firmeza para enfilarlo hasta mi posición. La zona donde yo estaba, quedaba en un alto, a mi alrededor no tenía donde vararlo, estaba viendo que me quedaba lo más difícil, iba a ser complicado sacarlo, la única alternativa que me quedaba, era que, con la ayuda de la inercia del mar que subía por las rocas pudiera aprovechar para depositarlo en un saliente de la piedra, debajo de donde yo estaba situado, y esperar un nuevo golpe de mar, para que asimismo por la inercia, me lo pusiera en un segundo escalón que conformaban las piedras mas arriba, ya cerca de mi posición. Trabajé un rato más el róbalo con la intención de cansarlo lo máximo posible. Cuando este apenas se movía, aproveché un golpe de mar para situarlo en seco encima del primer escalón. Con paciencia, esperé el siguiente golpe de mar, para ascenderlo a la siguiente plataforma y, cuando quedó en seco, fui a por el. Lo sujeté con fuerza por la boca y corrí piedra arriba perseguido por el siguiente golpe de mar, que me salpicó la espalda. Bendije mi suerte, pues no era fácil resolver la tesitura en que me vi. Di rienda suelta a mi alegría con un grito de satisfacción, descargando parte de la adrenalina acumulada por la situación que acababa de vivir, era feliz, me consideraba un ser privilegiado y muy afortunado. Continué “vareando”, buscaba la pareja, pero ya no tuve ninguna otra picada después de una hora intentándolo, así que decidí dejarlo y marchar para el camping, pero no sin antes liberar a la pequeña lubina que había depositado en la poza. No la había liberado  antes por miedo a “avalar” el pescado que pudiera haber en la “postura” que yo bauticé como “El Ascensor”.

domingo, 10 de marzo de 2013

LA TROIKA ORDENA, EL PARTIDO POPULAR OBEDECE


     No contentos con saquear y expoliar nuestros sueldos y pensiones, continúan robándonos mediante los gastos cautivos de electricidad, agua, gas y gasolinas, para los que han establecido unas plusvalías abusivas y todavía no contentos con ello, continúan la masacre con los productos alimentarios y necesidades del ajuar doméstico. Nos arrancan con malas artes lo que nos pagan y nos dejan con lo comido por lo servido. A todas las necesidades básicas para vivir con mínimo de dignidad, le aplican impuestos como si fueran lujos. Poder vivir dignamente en este país empieza a ser un lujo, alimentos de primera necesidad sufren aumentos de más de un 20 %, cuando el I.P.C. es de un dos y pico, que clase de I.P.C. es este que no refleja la realidad. Todos, absolutamente todos los indicadores oficiales están trampeados, no son capaces de decir una verdad. Son mentirosos compulsivos en todos los órdenes de la vida, su verdad es una gran mentira que solo busca su bienestar a cuenta de todos los demás y cada día más asco me dan.

     Los políticos gobernantes han sido capaces: de ajustar el sistema financiero y de amnistiar a los delincuentes responsables de su ruina, a cuenta: de expoliar los salarios de los trabajadores y funcionarios de la  Administración del Estado; de reducir la plantilla médica y muchos gastos imprescindibles en la sanidad pública, aumentando el sufrimiento de los enfermos y sus familias, anticipando prematuramente la muerte de miles de personas; de eliminar miles de plazas de maestros, condenando a la ignorancia a toda una generación de hijos de trabajadores; de cerrar la oportunidad de acceso a la Universidad a los más pobres, mediante el aumento de tasas universitarias en unas cantidades prohibitivas. En cambio no han eliminado diputaciones, ni fusionado municipios, continuamos siendo el país de Europa que tiene más políticos por Km2, no se han regulado a la baja los sueldos de diputados, senadores, alcaldes, concejales, asesores y demás parafernalia inútil que empobrece a este país.

     La troika (B.C.E. - F.M.I. - Comisión Europea), está contenta pero aún no satisfecha, anima a nuestros gobernantes a seguir apretando pues la mansedumbre del pueblo español permite acelerar el expolio económico y de derechos, para así arreglar el porvenir de los poderosos que podrán seguir ociosos con la tranquilidad de amasar sin trabajo, esfuerzo y sacrificio miles de millones de euros gracias al ejército de políticos-mercenarios que, como estómagos agradecidos que son, cumplen religiosamente sus órdenes apoyándose en un ejercito de sicarios que nos obligan mediante amenazas y leyes injustas, a renunciar a nuestra dignidad.


sábado, 9 de marzo de 2013

ADIOS COMANDANTE


     Adiós Comandante, con todos tus defectos has sido el primer dirigente venezolano que se ha ocupado de los más pobres y desfavorecidos. Podrías haber elegido otra causa más fácil, pero fuiste siempre fiel a la lucha contra la explotación de los hipócritas, intentaste poner remedio a tanta indignidad y lo conseguiste en parte, tuviste que sopesar perjuicios y sufrimientos, tomaste decisiones difíciles para tratar de compensar los abusos de unos pocos sobre otros muchos, trataste de ser ecuánime con todos, pero esos pocos se creían dueños de todo, habían perdido la perspectiva de la justicia y la proporcionalidad, tuviste el valor que a otros, igual les faltó. Aquellos que en su tiempo tuvieron la oportunidad de reconducir una situación de abuso, nada hicieron  por mejorar las condiciones de vida de una población sumida en toda clase de carencias, cuando paradógicamente viven en una tierra rica y autosuficiente en materias primas.

     Por eso Comandante, a pesar de tu verborrea y ademanes nada ortodoxos, admiro tu determinación y coraje. Otros más sofisticados, más cultos y más preparados, con su comodidad y cobardía no tuvieron agallas y agacharon la cabeza. Ninguno de ellos, nunca, alcanzaran tu nobleza.

     "Para entender la figura de Hugo Chávez hay que referirse obligatoriamente a la Venezuela que existía antes de su llegada al poder. Un país con grandes riquezas naturales y en una zona, el Caribe, de gran valor estratégico para los EE.UU. Pero un país también con una clase política corrompida y enormes diferencias sociales, que mantenía en la miseria a la mayor parte de la población." Este último párrafo pertenece al articulo De Bolívar a Hugo Chávez, en Inventario de perplejidades de José Manuel Ponte.

   

Relatos de un pescador afortunado: LA GRANDE DE MONTEFERRO


                                               LA GRANDE DE MONTEFERRO
                                                                4-04-1996

     Aquel día de Abril, cuando comencé mi recorrido de trabajo por el contorno de la ría, al ver el mar en una pequeña cala pasando el primer astillero que visité, comprendí que aquel era un día ideal para la práctica de la pesca de la lubina, aunque me encontraba en una zona de aguas interiores y abrigadas, la forma en que latía el mar siempre te ofrecía alguna pista, que te ayudaba a descifrar si el mar estaba en disposición de ofrecer una buena oportunidad para desarrollar con éxito el inmenso placer de pescar. Automáticamente mi imaginación voló a kilómetros de distancia, haciéndome una composición de cómo “trabajaba” el mar según la “postura” recordada. Apoyándome en una tabla de mareas, deduje que en ese mismo día a partir de las 18.00 horas se daban los condicionantes para visitar “La Grande de Monteferro”.

     Cuando llegué, al bajar del coche lo primero que hice fue asomarme, para confirmar mi predicción de la mañana, y no me equivoqué, solo verlo fue suficiente para que en mí creciera un optimismo casi desmedido, todos, absolutamente todos y cada uno de los condicionantes que me servían de referencia se cumplían, era tal la seguridad que tenía que volé hacia la “postura”, bendiciendo mi suerte por encontrarla libre, a mi entera disposición. Me acomodé en la zona de pesca y estuve sopesando un rato que equipo empleaba, si la caña ligera de 3.60, ideal para trabajar con “rapalas” medianas o grandes, o la caña más potente de 3.90, que permitía el empleo de señuelos más pesados, como cucharas, chivos y peces artificiales de mas de 25 gramos. El color de las aguas, obscuras pero no en exceso, la altura de la marea, y sobre todo la forma en que el mar rompía, acompasado sin estridencias, previsible, invitaban a usar la caña más ligera, así que me decidí por ella y monté un “rapala” original flotante de 18 cm., de color natural, parecía talmente una sabrosa sardina, utilicé un sedal del 26 que había comprado esa misma mañana, intentando con ello afinar lo más posible para darle más naturalidad al señuelo. La marea llevaba subiendo cerca de tres horas y la altura del agua empezaba a ser suficiente para el empleo del “rapala”, el mar “trabajaba” transversal a mí, esperaba la llegada de la cresta de la ola, para lanzar justo en su cúspide, pegando un pequeño acelerón al arrancar, normalizando después la velocidad del señuelo moviéndolo con suavidad de izquierda a derecha con ayuda de la puntera de la caña, lo importante era no recoger de una forma mecánica, trataba de darle vida. No tuve que esperar demasiado para sentir la briosa picada de una lubina mayor de un kilo, ofreciéndome un cierta resistencia, pero que saque sin mayor novedad, -como entrante no está nada mal-, pensé, continué vareando después de romper el nudo y atar de nuevo el “rapala”, más que nada por seguridad, y no tuve que esperar demasiado tiempo para tener otra picada, esta ya más fuerte, el animal me ofrecía gran resistencia, peleaba con gran viveza, el carrete amortiguaba sus tirones soltando poco a poco sedal, lo aguanté con firmeza un rato, hasta que noté menos insistencia en la lucha, entonces tiré firmemente de el hasta acercarlo a un pequeño canal situado a mi izquierda, donde lo subí a una plataforma con ayuda del empuje del mar. Pero lo peor y también lo mejor estaba por venir, después de las dos primeras capturas hubo un momento que me entraron las dudas con el grosor del sedal, pues tenía la premonición de que no estaba demasiado bien “armado” ante la picada de una gran lubina, por un momento estuve a punto de cambiar la bobina del carrete por otra que tenía un sedal de más calibre, pero por unas cosas u otras no llegué a decidirme y bien que lo lamentaría, puesto que no tardé mucho en sentir una picada descomunal de una pieza también descomunal. En un principio resistí bastante bien el arreón, el carrete estaba bien regulado amortiguando el primer fogonazo, inmediatamente desbloqueé el freno y le fui dando sedal poco a poco, intentaba cansarlo, el animal tiraba en estampida hacia fuera, quería frenarlo, pero al recordar el poco calibre del sedal no me atrevía a tirar en firme, pacientemente esperé a que mostrara algún síntoma de debilidad, al fin conseguí pararlo, pero se resistía y veía que iba costar un mundo traerlo a tierra, además aun que el mar no revolvía en exceso, lo iba arrastrando hacia las piedras de mi izquierda, no me quedó otra que tirar de el , y poco a poco conseguí obligarlo, cuando lo tenía a unos quince metros empecé a verle la cabeza y el lomo obscuro, casi negro, era impresionante aún mayor de lo que yo intuía, no lo daba dominado y el mar lo empujaba con fuerza a mi izquierda, donde ya había perdido tiempo atrás otro pescado que no era ni la mitad de grande que este. Viéndome obligado a apurar en firme y tirar fuerte, lo que yo me temía sucedió, rompió el sedal y el pescado medio aturdido por la lucha reaccionó poco a poco, alejándose con el “rapala” en la boca. Quedé tocado, mi desesperación era total, lo que podía ser un día glorioso, se convirtió en un dia con más pena que gloria, metafóricamente me sentía morir, desanimado me senté, razoné, y llegué a la conclusión de que aún había jornada por delante, aún estaba a tiempo de capturar alguna pieza más para subir mi autoestima. Sabía que la “postura” quedara tocada, que probablemente el pescado se habría “abalado”. No perdí tiempo en más lamentaciones, recogí mi equipo de pesca y me desplacé a una nueva “`postura”, unos cincuenta metros hacia el interior de la ensenada, allí monté de nuevo la caña, ya con un sedal mas grueso del 30, trabajé la nueva zona con ahínco, pero no sentí picada alguna en los primeros lances, ya el señuelo no era el mismo, utilicé un pez artificial “Mágnum” de 14 cm. que se defendía bien en aquella nueva zona, la acción de pesca era distinta, pues profundizaba mas que el que había perdido anteriormente. Aun que la marea ya había subido significativamente, era una zona muy pedregosa y había que estar muy pendiente del señuelo, que se clavaba hacia el fondo, pero levantando levemente la puntera de la caña se corregía el problema. En una de estas, cuando ya no me lo esperaba sentí una potente picada de un animal de una cierta entidad, tiraba con fuerza hacia fuera, pero conseguí frenarlo y aun que luchaba con viveza, al no tener obstáculos cerca de donde lo clavé, lo pude trabajar con esmero, esperando pacientemente a notar como se debilitaban sus embestidas, tiré de el hacia mi posición, por su tamaño no podía levantarlo, pues corría el riesgo de romper el sedal, así que lo arrimé todo lo que pude hasta que el mar me ayudó a meterlo en un pequeño canal donde, agachándome con la caña firmemente agarrada y la puntera levantada, conseguí sujetarlo por la boca, no sin antes llevarme una buena mojadura de recuerdo.

     El animal andaba por cerca de los cuatro quilos, no tenía nada que ver con el anterior que perdí, y que calculo yo que lo doblaba. Ya no valía la pena lamentarse, aquello era el colofón de una tarde agridulce de pesca. No terminaba mal del todo, tenía en el saco tres piezas de una cierta entidad, las tres sumadas pesaban tanto o más que la que perdí, a veces no se puede tener todo en la vida. 

domingo, 3 de marzo de 2013

RELIGIÓN Y CULTURA


     Yo creo que Dios es la creación más sublime de la mente humana. Durante millones de años de evolución esa idea fue gestándose en el interior de nuestro cerebro, necesitábamos creer en algo que nos reconfortara durante el largo camino evolutivo lleno de crueldad y de terror. Buscábamos el respaldo de un ser superior y lo creamos y lo magnificamos conforme a nuestra imagen y semejanza, que creció por el sentimiento de necesidad de un patrón en el que escudar nuestros miedos. Fue el muro de contención de nuestra aflicción y gracias a ello fuimos mejorando y socializando lo que antes era caos y destrucción. Lo sobrenatural emana de costumbres adquiridas a lo largo de la evolución, llevándonos de un modo natural, instintivo a creer en algo irreal que no concuerda con la lógica de la inteligencia.

     A partir de aquí las diferentes religiones nos llevaron hacia un nuevo orden que nos ayudó a abandonar el primitivismo. La cultura humana, costumbrista y sistemática, creó y desarrolló la religión para bien y para mal, recogió la parte más piadosa y solidaria, pero también la parte más interesada y egoísta. Al final como en todas las creaciones humanas surgió la división entre la codicia y la ingenuidad. La codicia anidó entre la cúpula dirigente que pronto buscó privilegios y relumbrón. Imponiendo sus postulados incluso con la fuerza de las armas, mientras la ingenuidad de las buenas y temerosas gentes les llevó a seguir las directrices de una cúpula que los pastoreó y los sigue pastoreando a conveniencia del poder establecido.

     Entiendo que al final de todo este proceso, la Iglesia no es mejor ni peor que otras organizaciones legalizadas. Por regla general su mensaje no es malo, ya que nos induce a comportarnos como personas de bien. La Iglesia es cultura, costumbrismo y herencia del pasado (el pasado es sobre todo ignorancia y crueldad). Como manifestó mi admirado escritor Perez Reverte: somos hijos de un sistema, sin la religión católica no se puede concebir Occidente. Tenemos que eliminar la religión como una asignatura moral e imponer la religión como una asignatura cultural.