viernes, 27 de enero de 2017

DOBLE Y MITAD


     Desde la perspectiva de un modesto trabajador, con una formación limitada pero suficiente para desempeñar con eficacia su labor profesional, no se entiende como la lógica y el sentido común no son carta de naturaleza a la hora de equiparar o aproximar las retribuciones de los trabajadores ante producciones similares en espacios económicos pertenecientes a un mismo mercado.

     Uno de los objetivos de aquel Mercado Común hoy denominado Comunidad Económica Europea, era buscar la igualdad; a igual trabajo igual salario. Se nos vendió que progresivamente y a través de los años esa igualdad salarial sería una realidad, que al cabo de unos treinta años el proceso estaría cerrado y que un trabajador portugués, español o italiano cobraría por desempeñar un análogo trabajo una cantidad similar a la cantidad cobrada por un trabajador inglés, francés o alemán. 
 
      Pues bien, después de transcurridos más años de los señalados nos encontramos con que las líneas convergentes no son tales, al contrario, cada vez divergen más. Por ejemplo en la automoción la masa salarial media de un operario español es aproximadamente la mitad de un operario francés y el doble de un portugués, y yo aun me sigo preguntando quien lo consiente y porqué.

viernes, 20 de enero de 2017

QUE BUENO SOY Y QUE CULITO TENGO.


     Feijoó encontró con Caballero la horma de su zapato. Cuando dos hipócritas y sinvergüenzas persiguen un mismo poder para su propio autobombo (que bueno soy y que culito tengo), administrando nuestro dinero como si no tuviera dueño, demuestran ser la misma cosa y perseguir el mismo fin. Nos despluman con tasas e impuestos para pagar, entre otras cosas, sus propios "estudios de mercado" y comprar, cuando es preciso a los medios propagandísticos desde donde lanzan soflamas con la intención de manipular a la opinión pública, cosa que por desgracia consiguen la mayoría de las veces desde la mentira llanamente o mediante medias verdades. 

     Vdes. se preguntaran, que ganan estos dos con todo esto: primero y ante todo satisfacer su ego personal, que es insaciable, arrimar el ascua a su sardina con objeto de favorecer a toda la camarilla que los apoya y acompaña. El enchufismo, el nepotismo y el favoritismo en general, siempre bajo cuerda, engrasa la maquinaria. Familiares y amigos de: sindicalistas, militantes de partidos y de los medianos y altos cargos encuentran acomodo, algunos de forma directa en la Administración, y otros de forma indirecta en empresas concesionarias que trabajan con la susodicha Administración. Son como magos que manejan el bastón de mando para señalar sin dejar huella, (se saben todos los vericuetos, legales o no, para saltarse la ley a conveniencia) a los agraciados que normalmente les juran fidelidad eterna.

martes, 10 de enero de 2017

MACARRISMO Y BUENISMO POLÍTICO.


     Las medidas económicas se deben sustentar con un enfoque reformista gradual y continuo, combinándolas con valores de justicia e igualdad, ingredientes necesareos para el bienestar y la paz social. Los fallos cometidos por nuestros dirigentes, nunca reconocidos por los mismos, véase Aznar, véase Zapatero, fueron fundamentales para la ruina económica que sobrevino después de la década prodigiosa (1998-2008).  

     Esos dos dirigentes y sus equipos económicos fracasaron por cobardes y egoístas, su irresponsabilidad nos está saliendo muy cara, pero tanto ellos como sus equipos no han salido malparados. En vez de ser castigados con ejemplaridad, llevan una vida privilegiada en la que no les falta de nada. El problema es que quienes han tomado el relevo nos dicen que la solución al desastre heredado no pasa por el castigo, pues no resuelve el problema. Desde el punto de vista técnico quizá tengan razón, pero desde el punto de vista moral ayudaría mucho, serviría de ejemplo y de aviso a navegantes para no incentivar formas y maneras de macarrismo y buenismo político, tal y como sucedió y sucede ahora mismo.

     Concretando: si no queremos que se repita la historia, hay que cortar cabezas, arrancar malas hierbas y dejar de pagar y honrar a los sinvergüenzas que conformaron los gobiernos de Aznar y Zapatero, pues pusieron nuestras vidas en manos de especuladores y banqueros.