viernes, 27 de enero de 2017

DOBLE Y MITAD


     Desde la perspectiva de un modesto trabajador, con una formación limitada pero suficiente para desempeñar con eficacia su labor profesional, no se entiende como la lógica y el sentido común no son carta de naturaleza a la hora de equiparar o aproximar las retribuciones de los trabajadores ante producciones similares en espacios económicos pertenecientes a un mismo mercado.

     Uno de los objetivos de aquel Mercado Común hoy denominado Comunidad Económica Europea, era buscar la igualdad; a igual trabajo igual salario. Se nos vendió que progresivamente y a través de los años esa igualdad salarial sería una realidad, que al cabo de unos treinta años el proceso estaría cerrado y que un trabajador portugués, español o italiano cobraría por desempeñar un análogo trabajo una cantidad similar a la cantidad cobrada por un trabajador inglés, francés o alemán. 
 
      Pues bien, después de transcurridos más años de los señalados nos encontramos con que las líneas convergentes no son tales, al contrario, cada vez divergen más. Por ejemplo en la automoción la masa salarial media de un operario español es aproximadamente la mitad de un operario francés y el doble de un portugués, y yo aun me sigo preguntando quien lo consiente y porqué.

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