viernes, 20 de enero de 2017

QUE BUENO SOY Y QUE CULITO TENGO.


     Feijoó encontró con Caballero la horma de su zapato. Cuando dos hipócritas y sinvergüenzas persiguen un mismo poder para su propio autobombo (que bueno soy y que culito tengo), administrando nuestro dinero como si no tuviera dueño, demuestran ser la misma cosa y perseguir el mismo fin. Nos despluman con tasas e impuestos para pagar, entre otras cosas, sus propios "estudios de mercado" y comprar, cuando es preciso a los medios propagandísticos desde donde lanzan soflamas con la intención de manipular a la opinión pública, cosa que por desgracia consiguen la mayoría de las veces desde la mentira llanamente o mediante medias verdades. 

     Vdes. se preguntaran, que ganan estos dos con todo esto: primero y ante todo satisfacer su ego personal, que es insaciable, arrimar el ascua a su sardina con objeto de favorecer a toda la camarilla que los apoya y acompaña. El enchufismo, el nepotismo y el favoritismo en general, siempre bajo cuerda, engrasa la maquinaria. Familiares y amigos de: sindicalistas, militantes de partidos y de los medianos y altos cargos encuentran acomodo, algunos de forma directa en la Administración, y otros de forma indirecta en empresas concesionarias que trabajan con la susodicha Administración. Son como magos que manejan el bastón de mando para señalar sin dejar huella, (se saben todos los vericuetos, legales o no, para saltarse la ley a conveniencia) a los agraciados que normalmente les juran fidelidad eterna.

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