Ellos, los que tenían que gestionar con responsabilidad y eficiencia, ellos que se doblaron los sueldos al poco de hacerse cargo de sus puestos de alta dirección alegando su especial responsabilidad y capacidad, ellos que siempre presumieron de su espíritu de vocación de servicio, de que por amor a la patria renunciaban a sueldos superiores que la empresa privada les ofrecía. Ellos han resultado ser unos falsos, hipócritas y sirvengüenzas, ladrones y delincuentes, mangantes e hijos de la gran puta que nos han hundido en la miseria, ahora nos piden perdón y dicen sentirse abochornados.
A mí esto no me vale, exijo su inmediata dimisión y la devolución del aval y garantía, y si no pueden responder con su patrimonio su inmediato ingreso en prisión, pues no tenemos por que tener ni la más mínima compasión de tanto corrupto cabrón. Ellos o nosotros, e aquí la cuestión.