MALDICIONES I

    Maldita la necesidad que condiciona y esclaviza nuestra forma de actuar. Maldita la edad que nos consume como velas sin piedad. Maldita la justicia que prima establecer la conveniencia y la perfección de las formas, anteponiéndolas a la verdad de los hechos hasta maltratar a los justos y favorecer a los corruptos. Maldita la hipocresía, pues no decimos una verdad ni de noche ni de día. Malditos los dirigentes que siempre demuestran ser gentes interesadas y poco diligentes. Maldito el enchufismo y el pago de favores que convierten a las personas decentes en delincuentes traidores. Maldito el dinero que hace de nosotros seres dependientes, hipócritas e inconsecuentes. Maldita ambición que nos combierte a todos y cada uno en carne de cañón. Malditos los políticos ladrones y sus asesores delincuentes, especializados en expoliar derechos y favorecer cohechos..... Seguiremos maldiciendo.