miércoles, 30 de enero de 2013

CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN Y MÁS CORRUPCIÓN

     Los seres más mezquinos paradogicamente campan a sus anchas dentro de la democracia, sin que la ética política que se basa en valores como la justicia, el respeto, el servicio a los demás, la responsabilidad, la honradez, la imparcialidad, la profesionalidad y la transparencia, hagan mella en su conciencia. El negocio fraudulento, el robo, el expolio, la mentira, la hipocresía, la irresponsabilidad y la opacidad por desgracia, durante los años de la democracia fueron el pan nuestro de cada día: "ministros, diputados, senadores; presidentes, consejeros y diputados de comunidades autónomas; alcaldes y concejales; presidentes de diputaciones, altos cargos de partidos políticos, presidentes del Banco de España, directores generales de la Guardia Civil, delegados de Hacienda y de Aduanas, comisarios de policía, generales, coroneles y teniente coroneles, números de la benemérita, agentes de la policía nacional, autonómica y local, administradores de museos y fundaciones, presidentes de patronatos, directivos de equipos de fútbol, atletas, ciclistas, presidentes de federaciones deportivas, obispos, ecónomos, sacerdotes. Hasta famosos jueces e insignes miembros del Consejo del poder judicial acabaron en la cárcel o fueron separados de sus funciones. Las apropiaciones de fondos públicos se realizaron en todas partes, incluso en lugares que a priori costaba relacionar con actividades delictivas, como el Teatro Liceo de Barcelona y el Boletín  Oficial del Estado, La casa real y el Presidente del Consejo General del Poder Judicial" y ahora por último (de momento) el caso Bárcenas, el caso Puyol y familia, el caso Baltar, las eléctricas y sus puertas giratorias, los eres, Bankia, tarjetas black, preferentes, rescate bancario, Urgandarín, Rato, Monago, el caso Gurtell, Granados, Camps, Matas, Pantojas, Giles y Julianes, Diaz Ferranes, tranquilo Luís se fuerte, ordenadores destruidos, Genova restaurada en B, Palma Arena, operaciones púnicas, tejemanejes malayos  y ..... lo que te rondará morena.

       La punta del iceberg asoma y crece, cada vez vemos más y más corrupción y cuando pensamos que ya no queda más que ver, se descubre que debajo de la apariencia está sumergido un absceso purulento que todo lo infecta, corrompiendo a las más altas instancias del poder político del Estado. Como consecuencia de todo esto la desconfianza y la indignación crece y crece y ellos nos dicen que no es lo que parece.

NOTA. El párrafo entrecomillado pertenece a Inventario de Perplejidades de José Manuel Ponte, publicado en Faro de Vigo el 14/11/2011. El artículo original está disponible aquí.

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