jueves, 6 de junio de 2019

PRÁCTICA DELICTIVA



     Con mi jubilación se me ha presentado la oportunidad de viajar un par de veces al año a lo largo y ancho de la península. Cuando salgo de casa en mi automovil se que me esperan unos 3.000 km por cada desplazamiento, casi siempre con destino al Mediterráneo aprovechando la red de autovías y autopistas que vertebran nuestro país.

     Después de haber compartido las citadas vías durante muchos miles de km. con infinidad de conductores, he llegado a la conclusión de que la falta de educación vial y del respeto debido a los demás, se da sobre todo en las clases mas favorecidas de la sociedad, clases a las que se le supone una mayor y mejor educación, cosa, que al menos en la carretera no demuestran.

     La inmensa mayoría de los que delinquen (sobrepasar los límites de velocidad es una práctica delictiva) conducen automóviles de alta gama, sobre todo BMW, Audi y Mercedes. Con mis propios ojos he visto como me adelantaban como una exhalación una y otra vez esta clase de vehículos, entiendo que en momentos puntuales se puedan sobrepasar los 120 km hora, yo mismo algunas veces he llegado a los 140 km al hacer un adelantamiento, pero lo que no es normal es que circulando a estas velocidades uno pierda de vista al que te adelanta en unos segundos. Por desgracia alcanzar velocidades que se acercan o superan los 200 km hora es más común de lo que parece. En este caso igual que en otros los delitos mas graves suelen ser cometidos por los, sobre el papel, mejor educados y sobre todo los más sobrados economicamente como algún futbolista, cuya muerte en accidente de tráfico está de actualidad desde hace unos días y al cual se le omenajeó como a un héroe, cuando el suyo es un mal ejemplo a seguir.

     El uso público y compartido de las carreteras nos obliga a circular respetando las normas de seguridad, no hacerlo asi y poner en peligro las vidas propias y ajenas es una práctica delictiva.

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