Mientras la acomodada y aborregada mayoría silenciosa siga igual, una minoría buscona y maquiavélica no parará hasta conseguir su objetivo, que no es otro que desmantelar lo poco que en un tiempo no muy lejano nos dieron a cambio de la paz social. Desde hace un tiempo nos están poniendo a prueba, y como están viendo que lo de la lucha y defensa de los derechos que se consiguieron tiempo atrás ya no es objetivo prioritario del proletario, ya que este vive en la inopia de creerse propietario, clase media y dueño de su destino, aprovechan y vienen a por nosotros los trabajadores, es el desmantelamiento total de nuestros derechos adquiridos. Aprovechando el desatino los maquiavélicos buscones se dedican sin complejos a desnudar nuestras miserias horadando las bases de los pilares que sustentan el llamado estado del bienestar.
El bienestar es consustancial a la civilización, sin el no hay paz social que valga, están jugando con fuego cuando modifican, gracias a su mayoría absoluta, las condiciones de manifestación y lucha por nuestros derechos, amenazando al pueblo que se manifiesta con multas estratosféricas, pues calculan que propagando el castigo económico, el miedo nos atenazará dándoles margen para actuar, que por cada derecho eliminado, millones de euros se meten en el talego, tientan a la suerte pero en cualquier momento se puede encender la chispa, y una vez encendida vendrán las lamentaciones por crear una economía insensible a las consecuencias sociales. Lamentablemente el egoísmo y la ambición se imponen a la justicia social. Tampoco hacemos por ponerle remedio que acabamos mansos como borregos. ¡¡Hasta cuando!!
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