Aborrecibles y detestables son los comentarios machistas del tipo: "cada vez que veo esa cara y esos morritos pienso en lo mismo, pero no lo voy a decir"; Francisco Javier León de la Riba, alcalde de Valladolid por el partido popular, pidió disculpas pero no dimitió. "Las leyes son como las mujeres , están ahí para violarlas"; José M. Castelao Bragaño, Presidente del Consejo General para la Ciudadanía en el Exterior (para que servirá este tan rimbombante puesto), también militante del partido popular, este al menos dimitió. "Chochito de oro (Soraya Saenz de Santamaría, vicepresidenta del gobierno actual), le costó 40.000 euros a la Administración en reconocimientos ginecológicos", comentario machista y tergiversador de un concejal del B.N.G., dimitió. Estos tres elementos, ejemplos de la catadura moral de ciertos espécimenes, son personajes a desterrar de la política y marginar de una sociedad civilizada.
Pero dicho esto, también he de decir: porqué la Vicepresidenta y 70 mujeres más del ministerio al que representa, se benefician anualmente de reconocimientos ginecológicos por valor de 40.000 euros pagados con dinero público. Porqué a las mujeres que atiende ginecológicamente la seguridad social, que son la inmensa mayoría, se las está revisando actualmente cada tres años cuando antes la revisión era anual. Que pasa, es que para todo hay privilegios. También aquí hay clientes preferentes, es que no pueden estas preferentes ser atendidas por la seguridad social como a todas las demás, y así no recargar con gastos prescindibles la menguadas arcas de un Estado camino de la banca rota total.
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