sábado, 8 de junio de 2013

LA SECTA


     No soportan que los de la chusma tengan derecho al bienestar por imperativo legal. Necesitan distinguirse, sin lugar a inequívocos, de una masa de la que huyen como si estuviera apestada, cuando los que apestan son ellos pues forman parte de una secta corrupta y desleal. Ellos si se vieran reflejados en un espejo, verían el reflejo de unos seres ultramontanos, cínicos y bastardos, porque bastardos tienen que ser por renegar de sus hermanos.

     Se les llena la boca con mentiras, hipocresía y fantasías propias de una mente enferma que desvaría, no hay más que oírlos hablar y ver su forma de actuar, para ver la evidencia de su demencia. Su delirio les lleva a creer que son la reencarnación de una raza superior y especial a la que los demás debemos rendir cuentas y pleitesía.

     Esta secta especial con el derecho de admisión reservado se aisla, pero se nutre mediante el chantaje y el engaño a la masa, a la que aspiran a doblegar para recuperar todo el poder que creen qué por ley natural les pertenece. Sus siervos: supernumerarios del Opus Dei, masones, jesuitas y demás parafernalia católica practicante, militante y simpatizante de algún partido que se dice demócrata-cristiano pero que es hipócrita-cristiano, se han puesto a desbrozar el camino que nos llevará a los de la chusma (tal y como nos definen en privado), si no lo evitamos, de vuelta al estado del malestar.

1 comentario:

  1. te falta un buen final, porque estos enfermos codiciosos no se van a salir con la suya, poco a poco como la peor de las enfermedades.
    Gracias desde Saians.

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