PERDER LA VIRGINIDAD

     Después de 40 años he ido a perder mi virginidad en Málaga, la corrida fue de 92 km. hora, en un tramo que al parecer uno no se puede correr a más de 80.

    Empiezo así este relato, porque me tengo que tomar con humor ciertas vicisitudes de la vida. Yo que siempre presumí, cuando se terció, de mi ejemplaridad y responsabilidad a la hora de conducir, de mi compromiso a la hora de cumplir con las normas de tráfico, me encuentro ahora, después de 40 años inmaculados, con una sanción de tráfico por exceso de velocidad. Vale, no lo recuerdo y no soy consciente de un hecho que no pongo en duda, pero que me sancionen con 100 euros, por una ligera falta de tráfico que la misma D.G.T. reconoce como que no lleva aparejada pérdida de puntos (por cierto conservo todos y los de propina), me parece como mínimo injusto y la impresión que me queda es de un afán recaudatorio puro y duro. Perder así mi virginidad duele.