Se puede ser de izquierdas o de derechas, se puede ser moderado o radical, pero lo que no se puede ser es sinvergüenza y canalla. El respeto no se regala, se gana, uno nunca se debe alegrar por la muerte de ninguna persona por muy ruín que esta haya sido, pero tampoco apenarse hipocritamente por ello, sobre todo si esa persona ha representado unos postulados injustos y demoledores para con los más humildes y necesitados con objeto de sacar provecho personal y para su partido, partido que por cierto se lavó las manos como Judas despreciándola en vida y omenajeándola en muerte.
No me sorprende tal comportamiento por que todos ellos son tal para cual, unos lo disimulan mejor y otros peor, pero a la hora de la verdad todos forman una piña sectárea y descabalgan a quien sea con tal de conservar sus privilegios personales, para todo esto demuestran ser muy hábiles.
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