Me hace gracia como el poder mediático de este país se emplea a fondo, remarcando como gravísima irresponsabilidad el comportamiento de ciertos líderes políticos por no doblegarse ante las medidas económicas impuestas por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional), aunque estas sean injustas y contradictorias. Demonizan al partido emergente por antonomasia y lo acusan de tratar de llevar a España al caos: son iraníes, bolibarianos, radicales, extremistas, quieren romper España, llevan coleta, rastas y hasta bebés al Congreso de los Diputados, todas ellas cosas de una especial gravedad.
En cambio se asume con una naturalidad vergonzosa: la explotación de los trabajadores con salarios miserables; el cobijo y la defensa de los fuertes abandonando a los débiles a su suerte, sembrando entre agraciados y desgraciados a su vez odio y discordia; fragmentan, dividen y enfrentan a las diferentes clases sociales eliminando el principio de solidaridad que distingue a las sociedades democráticas y civilizadas; la expoliación del dinero público, con una legislación hecha a su medida, es una práctica que se repite una y otra vez, y escándalo tras escándalo, demasiados políticos, por no decir casi todos (unos por acción y otros por omisión) expolian el dinero público y todo con la aquiescencia de la justicia en el 99% de la delincuencia. Ya que hasta ahora de cada cien imputados solo uno ingresa en prisión.
De dos mil políticos imputados (la punta del iceberg) pisaron la cárcel trece, y después aún tienen la cara de decir que que no es lo que parece, que sus políticas oportunistas no son populistas, que los populistas son los podemistas, cuando demagogia y populismo es la misma cosa. Mientras en los partidos podridos encubren hasta que otros los descubren, a demagogos, mentirosos, manipuladores, estafadores y delincuentes, por desgracia omnipresentes y en la carcel trece.
En cambio se asume con una naturalidad vergonzosa: la explotación de los trabajadores con salarios miserables; el cobijo y la defensa de los fuertes abandonando a los débiles a su suerte, sembrando entre agraciados y desgraciados a su vez odio y discordia; fragmentan, dividen y enfrentan a las diferentes clases sociales eliminando el principio de solidaridad que distingue a las sociedades democráticas y civilizadas; la expoliación del dinero público, con una legislación hecha a su medida, es una práctica que se repite una y otra vez, y escándalo tras escándalo, demasiados políticos, por no decir casi todos (unos por acción y otros por omisión) expolian el dinero público y todo con la aquiescencia de la justicia en el 99% de la delincuencia. Ya que hasta ahora de cada cien imputados solo uno ingresa en prisión.
De dos mil políticos imputados (la punta del iceberg) pisaron la cárcel trece, y después aún tienen la cara de decir que que no es lo que parece, que sus políticas oportunistas no son populistas, que los populistas son los podemistas, cuando demagogia y populismo es la misma cosa. Mientras en los partidos podridos encubren hasta que otros los descubren, a demagogos, mentirosos, manipuladores, estafadores y delincuentes, por desgracia omnipresentes y en la carcel trece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario