Los partidos podridos de corrupción son incapaces de renovarse expulsando a todos los mangantes y oportunistas que actualmente militan en sus filas. El partido carroñero y demagogo por antonomasia, en su desvergüenza se permite insultar a todos y cada uno de los ciudadanos que nos hemos manifestado, al dudar de nuestra inteligencia a la hora de comprender y entender como se gestiona la sanidad pública e universal.
Cierto es que el PSOE se ha convertido en un partido sectáreo y lleno de oportunistas, pero más cierto es que el PP, aparte de ser una secta, también llena de golfos oportunistas, es la herramienta que sirve a los explotadores. El beneficio económico es la razón de su existencia, el lucro que toda actividad conlleva ellos lo convierten en espolio especulativo, son usureros, avaros y codiciosos, y al ser esto así las consecuencias las tenemos ya aquí con el negocio montado de cuatro amiguetes en el Alvaro Cunqueiro. Los 200.000 "boa fe" (ingenuos o tontos según el presidente de todos los gallegos), parece que le han jodido el negocio a los 200 carroñeros afines al partido, que aparte de corrupto, es incompetente, burro y delincuente.
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