sábado, 19 de julio de 2014

SE CAYÓ DE DONDE SUBIÓ.


     Los pequeños y medianos empresarios de este país ponen el grito en el cielo, ahora, acusando al gobierno de partido popular de corrupción. La connivencia entre gobierno y grandes empresas los marginan en la contratación de obra pública.

     Entenderán y se darán cuenta por fin de que no son ellos los que manejan los hilos, sino que son unas simples marionetas al servicio de un sistema hecho para satisfacer el interés de las grandes corporaciones. Que su lugar se aproxima más al del trabajador dependiente que al poder corrupto y excluyente.

Postdata: Como dejó escrito Quevedo. La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.



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