Con el resultado de las elecciones aun caliente, se prevé muy difícil la puesta en marcha de un gobierno basado en la defensa del interés general y en el que no quepa el más mínimo indicio de corrupción ni de favoritismo.
La prioridad, es cubrir las más elementales necesidades vitales de nuestros compatriotas más necesitados. No se puede caer en el cinismo de perder tiempo y energías en cosas que si bien son importantes, en este momento se antojan secundarias. Primero y antes de nada hay que restablecer la Justicia social y luchar contra la corrupción para poner fin a la desigualdad. No es prioritario traspasar o dejar de traspasar líneas imaginarias, lo prioritario es rescatar a las familias que están sufriendo. Demos una oportunidad a la solidaridad, la altura de miras será la confraternidad pues una parte muy grande de nuestra sociedad se encuentra en emergencia social.
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